Informatizar
De una forma u otra, todos los antecedentes nos llevan a los inicios de la informática moderna: los registros de la calculadora de Leibniz, el telar de Jacquard, las máquinas de Babbage, las de Hollerith… las reglas del pensamiento lógico de Boole… todo eso y mucho más, en medio de la era de la automatización y de las presiones de la segunda gran guerra mundial, todo ello dio lugar al nacimiento de los computadores modernos.
Sólo faltaba superar las limitaciones físicas de las tecnologías mecánicas, lo que se empezó a conseguir con tecnologías primero electromecánicas (relés), luego eléctricas (válvulas de vacío), y finalmente electrónicas (transistor, circuitos integrados, integración miniaturizada, a gran escala, a muy gran escala,…). Después de los primeros computadores experimentales (ABC, ASCC…) y los primeros computadores para la guerra (ENIAC, Colossus, ACE…) surgieron los primeros para la computación científica (EDSAC). Casi todos ellos aspiraban a ser máquinas de propósito general, “máquinas universales”.
Entre los primeros informáticos, Presper Eckert y John Mauchly, ingenieros del ENIAC, pronto decidieron dar el salto empresarial y diseñar en 1950 el primer computador comercial de propósito universal, el UNIVAC-1, de Universal Automatic Computer – One. Conocido, entre otras cosas, por su innovación en memorias secundarias mediante cintas magnéticas y en sus librerías de programas con rutinas predeterminadas (VI-1). Con el UNIVAC también se inició la definición e innovación en lenguajes de programación, de la mano de la ingeniera Grace Hopper.
Después de dormirse en los laureles, la empresa por entonces dueña del mercado del proceso empresarial de datos, IBM, por fin decidió entrar en la fabricación de computadores, primero dotando a algunos de sus sistemas de proceso de tarjetas con capacidad de cálculo y finalmente diseñando computadores completamente nuevos, mediante circuitos implementados con válvulas de vacío (VI-2). En muy pocos años se disparó la carrera innovadora, con la memoria de ferritas como una de los grandes avances (VI-3) y la programación por cables y rutinas cableadas (VI-4) como precedentes del software actual.
Los primeros grandes computadores electrónicos de los años 40 y 50 del siglo XX provocaron a la vez el asombro y el miedo general. Calificadospor los medios como “cerebros electrónicos gigantes” asombraban al mundo con su velocidad de vértigo en la resolución de problemas complejos, a la vez que despertaban temores de un control total de nuestra actividad (VI-5).
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